RECOMENDACIONES PARA PROTEGER EL HÍGADO

Simplemente eliminando las acciones que pueden provocar un daño hepático. Es una forma sencilla de preservar esta función
Aumentar el contenido de alimentos ricos en azufre y lecitina, como el ajo, la cebolla, la col, brócoli y la coliflor. Y con alto contenido en lecitina: las yemas de huevo, legumbres, germinados y pescado
Disminuir el contenido en azúcares simples. Es preferible eliminarlos o cambiarlos por otros de absorción lenta, como los frutos secos, las legumbres y el arroz integral.
Eliminar de la dieta los alimentos industriales con alto contenido en sal, aditivos, conservantes y edulcorantes artificiales
Si queremos adelgazar, hacerlo de forma lógica y sana, no dietas drásticas y poco sanas, es preferible una dieta equilibrada y ejercicio.
No tomar suplementos de hierro a no ser que realmente se hayan recetado por el médico, ya que cuando el hígado no está en pleno rendimiento el hierro puede convertirse en una toxina. Igualmente, un alto contenido de hierro hepático puede alimentar bacterias y provocar infecciones. Sin embargo, en un hígado sano, un suplemento multivitamínico que contiene hierro es correcto
Añadir en la dieta, alimentos frescos, como vegetales de hoja verde, frutas, que son ricas en antioxidantes, betacaroteno, vitamina C, E, zinc y selenio.
Vitamina B12: cuando hay una deficiencia de vitamina B12, el hígado ve afectado su correcto funcionamiento para poder segregar correctamente la bilis. Algunos de los alimentos que contienen vitamina B, son efectivos para ayudar a detoxificar el hígado, como pueden ser los frutos secos, aves, pescado o yema de huevo.
Antes de tomar cualquier medicina, aunque sea de mostrador, es preferible leer el prospecto y consultar las dosis correctas y los posibles daños.